Para Elisa Sampietro de Forti la edad es simplemente un número. A sus 83 años, esta bisabuela todoterreno se desafía a sí misma y en febrero emprenderá una travesía de 19 días para hacer cumbre en el pico más alto de América, el cerro Aconcagua. “La edad la llevás puesta en tu cabeza y no en un papel”, asegura.
Gonzalo Sánchez: Gracias a vos por permitirnos conocer tu historia. Me conmovió verte tan plena y decidida a encarar este desafío en este momento de tu vida.
– Elisa Sampietro de Forti: “Es que todo momento de la vida es bueno para encarar algo. Es lo que te mantiene con vida, lo que te mantiene fresca, lo que te mantiene joven mentalmente”.
Gonzalo Sánchez: Lo que pasa es que vos vas a encarar el Aconcagua, te vas a ir hasta la cumbre del Aconcagua a los 83 años.
– Elisa Sampietro de Forti: “Pará, pará: me invitaron para ir. Ahora, si llego a la cumbre no lo sé”.
Gonzalo Sánchez: ¿Te tenés fe o no te tenés fe?
– Elisa Sampietro de Forti: “Esperanzas siempre hay, la fe también”.
Gonzalo Sánchez: Pero Elisa, vos te convertiste, según la información con la que yo me quedé fascinado este domingo cuando leía tu historia, en la mujer de mayor edad que hizo el cruce de los Andes, un trayecto de 100 kilómetros corriendo.
– Elisa Sampietro de Forti: “No se corre, se corre donde se puede. Se trepa la otra parte, se camina la otra y en la bajada tratás de correr, que es hermoso”.
Gonzalo Sánchez: Pero son 100 kilómetros.
– Elisa Sampietro de Forti: “Pero son tres días”.
Gonzalo Sánchez: Pero vos me lo contás como si fuera moco de pavo. Y la verdad es que no creo que yo pueda hacerlo.
– Elisa Sampietro de Forti: “Porque nunca lo hiciste. Probá y vas a ver que vos podés también”.
Gonzalo Sánchez: Bueno, ese es el ejemplo que nos estás dando de alguna forma, que se puede si uno tiene la decisión de hacerlo.
– Elisa Sampietro de Forti: “Yo acostumbro a no decir nunca ‘no’ a lo que se me ofrece. Pruebo. Si da, da. Y si no da, por lo menos no da porque yo no puedo y no porque no probé. Siempre lo intento. Por eso cuando me dijeron esto del Aconcagua, yo de probar tengo ganas”.
Gonzalo Sánchez: ¿Qué sentís cuando estás en la naturaleza caminando en soledad?
– Elisa Sampietro de Forti: “Es lo más hermoso que hay. Por eso es difícil que yo corra en las calles. A mí me vas a ver en Tandil, en Sierra de los Padres, donde pueda admirar las piedras, los juegos de las nubes en el cielo y la naturaleza que te rodea”.
Gonzalo Sánchez: ¿Y tus nietos qué te dicen?
– Elisa Sampietro de Forti: “Soy la nona que corre”.
Gonzalo Sánchez: Elisa, yo leí que tenés una amiga, Nitín, y que muchas veces pensás en ella cuando corrés.
– Elisa Sampietro de Forti: “La conozco desde los 8 años. Crecimos casi juntas en Italia. Después migramos juntas, seguimos juntas y era como mi hermanita. Entonces ella, que conocía mi carácter, medio cerrada y tímida, me hizo más segura de mí misma, más abierta. Y una frase fue: ‘Elisa, no dejes de correr porque te hace muy bien’. Cuando estoy cansada, la llamo. Le digo: “Bajá, ayudame, que por tu culpa estoy acá, ayudame”. Y llevo una cadenita que ella me regaló en su momento. La llevo y me la pongo en la carrera para que me acompañe”.
Gonzalo Sánchez: Elisa, ¿cómo te preparás concretamente para subir el Aconcagua?
– Elisa Sampietro de Forti: “No sé cómo. El cuerpo pienso que está acostumbrado a moverse. Veremos cómo nos trata el frío y la cabeza”.
Gonzalo Sánchez: Esto es en febrero.
– Elisa Sampietro de Forti: “El 16 salimos”.
Gonzalo Sánchez: ¿Se te cruza por la cabeza dejar de hacer deporte? ¿Qué te imaginás en el futuro?
– Elisa Sampietro de Forti: “Yo vivo día a día. Lo que me permite, lo gozo el día a día en pleno lo que puedo hacer. Ya algo se me aparecerá para tapar esos agujeros vacíos”.
Gonzalo Sánchez: ¿Qué consejo le das al que está estático?
– Elisa Sampietro de Forti: “Yo consejos no puedo hacer. Lo único que puedo transmitir es lo que yo hago y lo que siento al hacerlo, la satisfacción, porque el running es una competición contra vos mismo. A mí no me interesa ganar al que está adelante o al que está al lado. La meta es llegar”.
Gonzalo Sánchez: Y esa es la clave de tu felicidad, sin duda.
– Elisa Sampietro de Forti: “De la forma de vivir y de dejar una herencia a tus queridos, que la edad la llevás puesta en vos, en tu cabeza y no en un papel. Pienso que es una herencia hermosa para dejarles a ellos”.
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