Compromiso, desde el Coaching Ontológico

 

María Esther Antezana – Autora de la nota Coach Ontológico Profesional

 

Por: María Esther Antezana –Coach Ontológico Profesional-

Estuve leyendo sobre esta palabra que en coaching se utiliza continuamente, ya que todo el año pasado la usé en cada una de mis clases y encuentros de café. Una palabra tan simple y que guarda tanta importancia para uno y para quien la recibe. Ahora, está en el otro entender la importancia que nosotros le conferimos y esperamos como devolución.

Esta cuestión del compromiso, lo notamos en detalles pequeños que forman nuestro día a día; las llegadas tarde a un compromiso laboral o personal, la poca planificación para entregar en fecha y hora ya sea un trabajo productivo o algo que se espera de nosotros, la falta de palabra contraída y el no hacerse cargo de lo que se asume, un contrato no concluido en término, algo inconcluso sin un pre aviso al solicitante, aquello que espera un cliente y no se cumple y un montón de cosas más…

Sin embargo, es posible que en la mayoría de las ocasiones no seamos conscientes del poder que se confiere a quien utiliza la palabra “compromiso” con responsabilidad. Veamos un poco más en detalle toda la riqueza y profundidad que abarca esta palabra.

En mi búsqueda, encontré que el Diccionario de la Real Academia Española refiere como significado de la palabra “compromiso”, las siguientes acepciones que pueden resultar un poco acotadas, entendiéndose como una:

  1. Obligación contraída
  2. Palabra dada

Somos seres de conversaciones, acciones y Compromiso; y puedo decir que esta última palabra es la que más usé durante  todo el 2017, me identifiqué e incorporé a mi vida y cuando descubrí su significado me maravillé y quiero compartirlo. De un breve estudio etimológico de la palabra, descubrí que “Compromiso” se compone de dos sufijos latinos más un verbo:

  1. -Com (cum)= con, compañía
  2. -Pro (pro)= a favor de
  3. -Miso (mito-mitis-missi-missium)= enviar

Con el descubrimiento comprendí por qué me agradaba tanto esa palabra y también mi Misión en el aquí y ahora. Si desgranamos su sentido, en un Compromiso, uno de sus componentes sustancialmente importante, es la existencia de una relación. Esto surge del prefijo “cum” que denota una compañía, un otro, al cual quedamos ligados; el componente «pro» habla de que será a favor de alguien -también puede ser para mí mismo- y finalmente la raíz «miso» que determina a quien se lo envío ó entrego.

La misión, el envío, es la facultad que se otorga a alguien para ir a desempeñar algún cometido. Es el poder del mensajero, que se otorga desde la visión cristiana acerca de una autorización, un derecho, una aptitud, una potencia, que nos permite llevar a cabo una determinada acción. O sea, estamos autorizados para efectuar una acción.

Pero también descubrí que esa obligación, tiene su significado, el cual se adosa por su propio sentido y fuerza linguística, ya que la palabra obligación, a su vez, está compuesta por un sufijo y un verbo:

  1. -Ob- (ob) = por causa de, a fuerza de
  2. -ligación- (ligare) = unir, atar, dejar ligado

Cuando descubro esto, noté que «mi compromiso», empieza en la palabra y termina en la acción y todo esto genera un círculo virtuoso para mí y para con el otro; así de maravilloso es el poder y el uso de la palabra.

Todo este detalle para mencionar que en Coaching Ontológico nos basamos en entrenar a las personas basándonos en tres dominios de importancia a saber; los sentimientos, el cuerpo y por supuesto, el lenguaje. Los invito a reconocer cúal es tu compromiso, con cual dominio te identificas y por qué no logras alcanzarlo.

Hasta la próxima edición!!  Febrero 201 8

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