Dormir en tiempos de coronavirus

Que el coronavirus haya irrumpido en nuestras vidas como lo ha hecho, obligándonos a confinarnos, provoca que las rutinas diarias se diluyan.



Para añadir más leña al fuego, el gran eco que se le ha dado al virus en medios de comunicación de todo el planeta, unido a la convulsa incertidumbre sobre la duración que tendrá el confinamiento y sus repercusiones futuras, se está gestando una percepción de falta de control en parte de la población que puede devenir en miedo y ansiedad. Esta ansiedad puede redundar negativamente sobre el sueño, haciendo que nos cueste conciliarlo o nos despertemos varias veces en mitad de la noche.
¿Podemos hacer algo para evitarlo?
Para combatir los efectos negativos que el confinamiento puede tener sobre el sueño contamos con poderosos recursos.

En primer lugar, conviene volver a estructurar nuestros horarios y mantener las rutinas. En este sentido, es importante que utilicemos el despertador por la mañana y dejemos el pijama en la cama, a pesar de no salir de casa.

Mantener las horas de las comidas y programar diversas actividades a lo largo del día. Entre dichas actividades el ejercicio físico puede ser nuestro gran aliado.

Es recomendable evitar bebidas estimulantes en la última parte del día y cenas copiosas por la noche.




Otro recurso es huir tras el anochecer de los dispositivos tipo tabletas o celulares, dado que su utilización durante los minutos antes de irse a dormir aumenta el estado alerta y provoca unos patrones de actividad cerebral anómalos durante el sueño.

También ayuda abrir bien las cortinas y persianas para que la luz del sol pueda alumbrar lo máximo posible el interior de nuestros hogares. Y si tenemos la suerte de disponer de terraza o patio, salir fuera contribuirá a proporcionar más información a nuestro sistema nervioso de lo que sucede “ahí fuera”.




Por último, es recomendable evitar el empacho de información sobre el virus y su contexto, sobre todo durante la última parte del día o antes de dormir, dado que en caso contrario es probable que lo incorporemos a nuestros sueños.